No es que me haya vuelto Iker Jimenez, ni nada parecido, pero leí una historia en un blog que me llamó la atención y decidí leer más a ver de que iba. En un diminuto pueblo de Escocia llamado Milton, perteneciente al condado de Dumbarton, existe un misterioso puente
de estilo victoriano que ha suscitado el interés de científicos,
charlatanes y parapsicólogos oportunistas. Lo llaman el puente de los perros suicidas. Desde los años 60, decenas de
perros han sido seducidos por una inexplicable y voluntariosa actitud
suicida que les llevó a saltar al vacío desde lo más alto.
Las leyendas misteriosas dicen que si el dueño del perro tiene intensiones suicidas, el perro lo hacía por empatía. También dicen que hay fantasmas y los perros los detectan.
Tras años de
teorías adscritas a la ignorancia varios científicos han dado con la
causa de tan misteriosos saltos.
Al parecer hay una teoría sobre que consiste en la existencia de visones justo en la orilla del río. El olor que desprende este animal atrae mucho a los perros, sobre todo a los de caza, por lo que se lanzan rápidamente en su búsqueda. Dicen que, la forma y tamaño del muro del puente entorpece bastante la vista de los perros por lo que no calculan bien cuando buscan visones y se lanzan. Eso también implicaría que se suiciden en días secos, que es cuando más se nota el olor.
Años de leyendas y misterios desaparecen por una teoría muy sencilla (Con la pinta fantasmal que tiene el puente).